La combinación de las vitaminas K2 y D3 ofrece beneficios a la salud
La vitamina D es un nutriente imprescindible para el desarrollo saludable y el mantenimiento adecuado de dientes y huesos. Esta vitamina liposoluble, es decir, que se encuentra disuelta en las grasas, es la que ayuda a absorber el calcio que, junto con el fósforo, deben estar presentes para la formación normal de los huesos. De los cinco tipos de vitamina D, la D3 o colecalciferol es la más potente. La exposición solar es capaz de promover la producción de vitamina D3, motivo por el que se la conoce como la vitamina del sol.
Actualmente, existe evidencia científica que señala la participación de la vitamina D3 como moduladora del sistema inmunitario y respiratorio. Así mismo, recientes investigaciones muestran que los linfocitos T, células especializadas del sistema inmunitario, requieren la vitamina D3 para activarse, atacar y destruir a eventuales agentes invasores, como virus. Otros estudios sugieren la contribución de la vitamina D3 para disminuir la denominada «tormenta de citoquinas» que ocurre en infecciones virales severas.
Al igual que la vitamina D, la vitamina K también es una sustancia liposoluble cuya absorción mejora si se ingiere en presencia de grasas. Se le bautizó como vitamina K por su efecto coagulante (en alemán, Koagulation) y aunque existen cinco variantes, la vitamina K2 o menaquinona, es la más activa y la que proporciona mayores beneficios a la salud. Las investigaciones científicas indican que la vitamina K2 se asocia a la disminución del depósito de calcio en los vasos sanguíneos, mejorando la salud vascular. Se ha observado que las personas de edad avanzada, especialmente mujeres, que mantienen niveles elevados de vitamina K2 se benefician de una menor incidencia de osteoporosis y calcificación arterial,
La combinación de vitaminas K2 y D3, actúa potenciando de manera sinérgica los efectos de cada una de ellas. La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio, mientras que la vitamina K ayuda a dirigirlo a los lugares adecuados para su almacenamiento, como en los huesos. Así, la vitamina K2 permite que la vitamina D3 ejerza su acción, a la vez que previene los efectos adversos asociados a una suplementación excesiva con esta sustancia. Ambas vitaminas, trabajando en conjunto, fortalecen los huesos y mejoran la salud cardiovascular. El mantenimiento de las vitaminas D3 y K2, dentro de los límites recomendados, se asocia a una mejora general del estado de salud físico, mental y metabólico.
La combinación de las vitaminas K2 y D3 ofrece los siguientes beneficios a la salud:
- Ayuda a fortalecer el sistema inmunitario saludable y aumentar las defensas.
- Soporta la formación y renovación de tejido óseo.
- Contribuye a fortalecer el esmalte dentario.
- Es un soporte del sistema cardiovascular y beneficia los niveles de la presión sanguínea que se encuentran en valores saludables.
- Contribuye al control de los niveles de fósforo y calcio en el riñón.
- Favorece el rendimiento muscular.
- Beneficia el aumento de la energía.
- Soporta el control del sangrado.
- Mejora el aspecto de la piel.
- Ayuda a proteger el tejido neuronal contra el envejecimiento.
- Alivia los síntomas de la psoriasis y otras dolencias inflamatorias crónicas.
- Contribuye a aumentar la velocidad de curación de los hematomas (moretones).
- Ayuda a aumentar la sensibilidad a la insulina y beneficia los niveles de glucosa que se encuentra en valores saludables.
Las presentaciones de suplementos que mejor potencian la acción de estas dos vitaminas corresponden a la vitamina K2 en su forma MK-7 (menaquinona-7) y la vitamina D3 (colecalciferol) con calcio, agregado para aumentar el soporte óseo y BioPerine® para una mejor absorción.