Soluciones para que tu ambiente sea más seguro frente al COVID-19
Efika Health quiere brindarte un momento de prevención en nuestra lucha contra el COVID-19. El término “limpieza” implica quitar gérmenes y suciedad de superficies u objetos. Aunque no los elimina por completo; sólo disminuye su cantidad. Mientras que, “desinfección” se refiere a la eliminación de los microorganismos nocivos y evitar su desarrollo.
De manera que, se aconseja a diario, limpiar y desinfectar en, las diferentes habitaciones, las superficies de frecuente contacto con los suyos en el hogar, tales como: Manijas de puertas, equipos electrónicos que incluyen teléfonos y diferentes tipos de computadoras táctiles o de teclado, interruptores, lavamanos, muebles, etc.
En el área para dormir o aseo con uso exclusivo por personas enfermas: procure que la frecuencia de limpieza sea sólo la necesaria; para evitar excesivo contacto con quien se encuentra en tal condición. Dado que dicha persona debería permanecer en una habitación específica y mantener cierta distancia, se recomienda que sus atenciones sean no sólo médicas, sino mantener una buena comunicación para que se sientan queridos y tomados en cuenta.
Es recomendable proporcionarle a la persona enferma lo que requiera para la limpieza y desinfección del cuarto, así como luego de cada uso del baño; salvo que la habitación esté ocupada por un niño u otra persona que no se pueda valer por sí misma. En caso de no tener otro baño, la limpieza y desinfección, luego de cada uso, pudiera ser realizada por parte de la persona enferma. Si no es posible, quien se encargue de los cuidados de la persona, debería esperar el tiempo que resulte conveniente, para luego del uso del baño, proceder a limpiar y desinfectar las superficies de contacto frecuente.
Recuerda, más allá de las medidas de prevención y acción está el amor que podemos proporcionar a nuestros seres queridos en su recuperación.
Cuidados en tiempos del COVID-19
Los productos de limpieza son sustancias químicas muy útiles e indispensables,
especialmente en estos tiempos de pandemia, por lo que es necesario conocer los riesgos de su uso inadecuado. El uso correcto de las sustancias aprobadas por las autoridades sanitarias es seguro y ofrece buena efectividad contra virus y bacterias sin necesidad de hacer mezclas de productos que pueden resultar perjudiciales.
Utilizar los productos de limpieza sin leer sus instrucciones y, lo que es peor, el
experimentar, en busca de una mayor efectividad en sus funciones de limpieza y
desinfección, puede llevar a mezclarlos, por iniciativa propia o atendiendo sugerencias de personas no autorizadas, y esto puede resultar altamente peligroso.
Los químicos han advertido que, hasta el hecho de utilizar un producto sobre una superficie después de haberla limpiado con otro producto, podría ocasionar accidentes. Motivado a esto, la American Chemical Society (AMS) ha advertido sobre esos peligros especificando los riesgos al mezclar las sustancias contenidas en los productos.
Entre las sustancias más utilizadas, a gran escala, por su alta efectividad, se encuentra lo que comúnmente se conoce como “Cloro”. Realmente, esto es una solución de una sustancia, el hipoclorito de sodio (NaClO) disuelta en agua a una concentración entre 5% a 6,5%. Este producto se conoce también como lejía y es utilizado como producto de limpieza, desinfección y agente blanqueador de uso doméstico, hospitalario y otros. Algunas de las posibles mezclas peligrosas que se pueden realizar con “Cloro” son las siguientes:
- Cloro con amoníaco
Al combinar Cloro con otro producto que contenga amoníaco (NH3), se produce una reacción química muy rápida que forma un gas muy toxico, llamado cloramina (NH2Cl). La cloramina puede producir daños respiratorios y, al entrar en contacto con nuestra agua corporal, forma ácido clorhídrico, el cual provoca quemaduras en la piel y en las mucosas. Esta mezcla también puede formar radicales libres que ocasionan daños a las células.
- Cloro con vinagre
Esta es otra mezcla peligrosa ya que el vinagre contiene ácido acético que, al reaccionar con el hipoclorito de sodio, produce gas cloro (Cl2) y ácido peracético. El gas cloro puede ocasionar tos, dificultad respiratoria y, además, al ponerse en contacto con el agua presente en las mucosas nasales, de la boca y de los ojos, puede generar ácido clorhídrico, que dañaría las membranas causando heridas o quemaduras químicas graves.
- Cloro y alcohol en gel (hand sanitizer)
Al mezclar estos dos productos, el hipoclorito de sodio reacciona con el alcohol del gel, formando compuestos como ácido clorhídrico, cloroacetona o cloroformo, los cual son absorbidos rápidamente por la piel. Todos estos vapores pueden ocasionar daños en los ojos, producir irritación, resequedad y alergias en la piel, así como también pueden afectar los pulmones, riñones, hígado y sistema nervioso.
- Cloro y agua oxigenada
Al mezclar Cloro (hipoclorito de sodio) y agua oxigenada (peróxido de hidrógeno), ambos compuestos reaccionan produciendo cloratos y cloro gaseoso, sustancias que pueden afectar las membranas de las mucosas, ocasionando daños en los ojos, la garganta y los pulmones.
- Cloro y detergentes
El Cloro mezclado con algunos detergentes puede producir reacciones químicas peligrosas, especialmente cuando estos detergentes son ácidos, como los que se usan para limpiar el baño, ya que esta mezcla genera gas cloro que afectan los ojos, la garganta y la piel.
- Cloro y agua caliente
La mezcla de Cloro con agua caliente es también peligrosa, ya que, al calentarse la solución de hipoclorito de sodio, puede desprenderse el cloro en su forma gaseosa, y éste puede ocasionar tos, dolor corporal y daños en las vías respiratorias.
Además de las mezclas con Cloro, hay otras combinaciones de productos que también resultan peligrosas como las siguientes:
- Vinagre y agua oxigenada
Al mezclarse estos dos productos, el ácido acético del vinagre reacciona con el peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) formando así el ácido peracético ,el cual resulta peligroso por ser sumamente corrosivo y ocasionar fuertes irritaciones y quemaduras en la piel y afectar la vista, garganta, nariz y pulmones.
- Vinagre y bicarbonato de sodio.
Al mezclar vinagre (ácido acético) y bicarbonato de sodio se produce la reacción química entre un ácido (vinagre) y una base (bicarbonato de sodio), formándose una sal (acetato de sodio), agua y un gas (dióxido de carbono), por lo cual esta combinación puede resultar explosiva si se realiza en un recipiente cerrado.
Conociendo bien estos riesgos, te invitamos a utilizar convenientemente todos los productos de limpieza, simplemente siguiendo sus instrucciones y tomando las precauciones elementales, como el uso de guantes y el cuidado delicado que requiere la manipulación de cualquier sustancia química con propiedades especiales.
Referencias
Disponible en la internet:
https://www.acs.org/content/acs/en/pressroom/reactions/videos/2020/youre-using-disinfectants-wrong-heres-what-you-actually-need-to-do.html