Medicina de Género: Diagnósticos y Tratamientos adaptados a Mujer o a Hombre.
Las enfermedades en los seres humanos son la consecuencia de muchos factores en los que intervienen componentes genéticos, ambientales, sociales, económicos, psicológicos, conductuales y culturales. Sin embargo, el peso de los factores varía entre los individuos ya que dependiendo del género, existen ciertos padecimientos que tienen frecuencia y comportamientos diferentes. Se cree que los hombres mueren en su mayoría, de problemas de corazón y las mujeres de cáncer de mama; sin embargo, las estadísticas dicen lo contrario: la principal causa de muerte entre las mujeres son las enfermedades cardiovasculares, y entre los hombres, el cáncer.
El enfoque de la medicina al género femenino estuvo, en principio, dirigido a ciertos padecimientos como osteoporosis, trastornos de la menstruación, tumores ginecológicos, cáncer de mama, cáncer cervicouterino y salud reproductiva; sin embargo, desde finales del siglo XX se ha comenzado a abordar las enfermedades tomando en cuenta la variable de género femenino. Desde los años noventa, es obligatorio que todos los ensayos realizados con dinero público incluyan personas de diferente sexo y razas. Gracias al análisis de esos resultados, se le ha abierto paso al concepto de medicina de género y se han evidenciado muchas diferencias entre hombres y mujeres en las estadísticas relacionadas con la salud.
Actualmente se sabe que la mayoría de las personas mayores de 50 años con la tensión arterial alta son mujeres, que las miopatías endocrinas (enfermedades musculares) afectan al 20% de la población femenina de más de 40 años, que el 38% de las mayores de 50 años sufre trastornos de las glándulas paratiroides por déficit de vitamina D. Las mujeres, por su biología, son más sensibles a las contaminaciones químicas y medioambientales, regulan mejor el colesterol con un fármaco de pravastatina que de atorvastatina. Para las menores de 65 años el mejor predictor de riesgo cardiovascular es el colesterol LDL (el llamado colesterol malo) y a partir de esa edad lo es el HDL (el bueno); además se sabe que hay fármacos como el paracetamol o el diazepam que actúan de forma diferente en hombres y en mujeres.
Diferencias entre hombres y mujeres
Existen muchas diferencias fisiológicas entre hombres y mujeres debidas a la información genética. Las mujeres tienen dos cromosomas X (XX) y los hombres uno X y uno Y (XY) en cada una de sus células corporales. Desde las células, los cromosomas controlan el equilibrio hormonal de forma distinta para mujeres y hombres. Las hormonas a su vez no sólo influyen sobre los órganos sexuales sino sobre todo el organismo; en general el porcentaje de grasa en un cuerpo de mujer es superior al de un hombre, lo cual no es ninguna ventaja para los hombres porque debido a esto ellos no acumulan grasa en torno a la cintura sino en el vientre y el hígado; y por esta razón tienen doble riesgo de enfermar de diabetes tipo dos. Las mujeres por su parte tienen caderas más anchas, piernas torcidas con mayor frecuencia y menos masa cartilaginosa en la articulación de las rodillas, lo que puede provocar un mayor desgaste en esa articulación. Las mujeres experimentan con mayor frecuencia hiper-reacciones inmunológicas, lo que las hace más propensas a sufrir alergias, asma y artritis.
Al recetar fármacos, el médico debe tomar en cuenta las diferencias entre hombre y mujer porque el mismo medicamento que funciona bien en un hombre, puede no hacerlo en una mujer, y otros surten mayor efecto sobre mujeres que sobre hombres. Ingerir el fármaco erróneo puede generar efectos secundarios o incluso hacer necesario una desintoxicación. Nadie suele pensar que determinados síntomas vengan causados por efectos secundarios o por sobredosificación de un medicamento.
Existen diversas razones por las cuales los medicamentos actúan de manera diferente: el tiempo de absorción de una pastilla, es diferente en el cuerpo de un hombre o una mujer; las enzimas que son las que activan los ingredientes del fármaco en el cuerpo, pueden tener concentración diferente en hombres y mujeres y por lo tanto el sexo influye sobre la dosis con la que los ingrediente activos del medicamento llegan a la sangre. Las mujeres suelen tener más grasa corporal y son más pequeñas que los hombres, por lo que el principio activo se distribuye de manera diferente en el tejido, por eso las mujeres son más propensas a los efectos secundarios no deseados.
La mujer, por su menor masa corporal, por su diferente sensibilidad al dolor y por su metabolismo enzimático distinto, reacciona de forma diferente a muchos medicamentos, como pasa con el alcohol o el tabaco. Por ejemplo, 100 miligramos de aspirina actúan como un anticoagulante suave para los hombres pero no tanto para las mujeres, y los efectos de una misma dosis de paracetamol o de anestesia son diferentes para unos y otras.
Enfermedades que marcan diferencias
El médico debe conocer más detalladamente “las diferencias al enfermar” de los hombres y la mujeres, no solamente en las enfermedades físicas, sino también en las mentales. Siempre hay que recordar que no hay salud física sin salud mental y que los seres humanos de ambos géneros, interactúan en un medio biopsicosocial diferente y complejo.
A continuación se citan algunas enfermedades en donde pueden verse diferencias importantes, a tener en cuenta por la medicina de género, al momento de diagnosticar.
Osteoporosis
La menopausia tiene mucho que ver con su mayor incidencia entre las mujeres, pero algunos médicos advierten que en esta enfermedad inciden otros factores que pueden prevenirse si se toma en consideración su predominio femenino, como enfermedades endocrinas, sedentarismo, deficiencias nutricionales, enfermedades reumatológicas o el tabaquismo.
Alteraciones tiroideas
Otras dolencias marcadamente femeninas son las relacionadas con alteraciones de la función tiroidea, que a menudo se traducen en cansancio, pérdida de memoria, dolor muscular generalizado y tendencia a la depresión. Algunos especialistas en medicina de género sospechan que detrás de muchos diagnósticos de fibromialgia, de depresión o de ansiedad puede haber una hipofunción tiroidea no diagnosticada que se confunde con problemas psicológicos.
Anemia
Es la dolencia más frecuente entre mujeres menores de 50 años. La falta de hierro se ha considerado algo normal en las mujeres desde la pubertad hasta la menopausia. Sin embargo, esta deficiencia puede enmascarar otras enfermedades endocrinas o bien estar detrás de algunos diagnósticos de ansiedad o problemas de salud mental, puesto que se traduce en dolores de cabeza, cansancio, angustia, dificultades de memoria y concentración.
Problemas ambientales
Las enfermedades relacionadas con problemas químicos y ambientales tienen más incidencia entre la población femenina porque ellas acumulan un 15% más de grasa en el organismo, menos agua y su sistema metabólico es diferente.
Enfermedades de transmisión sexual
La mujer tiene más riesgo de enfermedades de transmisión sexual y de sida porque las posibilidades de erosión de la vagina son mayores que las del pene.
Cirrosis biliar primaria
Es una enfermedad hepática que afecta sobre todo a mujeres (un 90% de los casos diagnosticados). Algunos investigadores han demostrado que tanto en esta patología como en la hepatitis C crónica influyen la genética y los niveles hormonales diferenciados de las mujeres. En general, las mujeres son más propensas a sufrir alteraciones en el hígado, que tiene un contenido enzimático diferente del de los hombres y metaboliza peor el alcohol y algunos fármacos.
Depresión y ansiedad
Las estadísticas muestran que son dolencias más frecuentes entre las mujeres; sin embargo, algunos especialistas consideran que quizá sólo es que ellas están más diagnosticadas porque exponen sus problemas más claramente en las consultas médicas.
Infartos de miocardio
Los síntomas previos al infarto de miocardio son diferentes en las mujeres. El dolor en la parte anterior del pecho no es tan intenso y es más errático: a veces se expresa como dolor de estómago, de la mandíbula o del cuello.
Infartos cerebrales
A partir de la menopausia las mujeres son tan vulnerables como los hombres a las enfermedades cardiovasculares, aunque sus problemas de arterioesclerosis se localizan más en el entorno del cerebro y por eso sufren más infartos cerebrales.
Fibromialgia
La percepción del dolor que tienen hombres y mujeres es diferente y es posible que existan razones hormonales que lo justifiquen. Algunos expertos opinan que se ha usado la etiqueta fibromialgia para englobar cualquier dolor o malestar de las mujeres considerado incurable y de causas desconocidas, y subrayan que hay muchas enfermedades que pueden causar dolor muscular y articular y que deberían ser tenidas en cuenta para hacer un diagnóstico diferencial porque son patologías más prevalentes en el sexo femenino y tienen tratamiento, como las miopatías endocrinas, la deficiencia subclínica de vitamina D, el hiperparatiroidismo secundario por falta de vitamina D, la polimialgia reumática, la arteritis temporal entre otras.
Enfermedades autoinmunes
La artritis reumatoide, el síndrome de Sjögren o el lupus eritematoso sistemático son algunas de las enfermedades autoinmunes que se dan con más frecuencia en mujeres que en hombres. La causa no se sabe, aunque podría estar relacionada con el cromosoma X o con los niveles de estrógenos.
No es una mera cuestión de equidad. Tomar en consideración si el paciente es hombre o mujer significa mejorar los diagnósticos y tratamientos y, en consecuencia, la salud y bienestar de la población, en especial de la femenina. Que las pacientes sepan cuáles son las dolencias que más sufren y sus riesgos contribuirá a prevenirlas; igual que conocer que su organismo no siempre responde como los manuales clásicos de medicina, puede ser útil para entender por qué a veces el médico no parece atender a sus malestares o los atribuye a cuestiones psicológicas, y por eso necesitan insistir más.
El ejercicio de la medicina se debe modificar constantemente, adaptarse a los cambios sociodemográficos y avances tecnológicos; sin perder su esencia, su propósito, su misión, que es mejorar la salud de la sociedad. La medicina de género es un primer paso para que algún día tengamos una medicina adecuada para cada individuo.
Ramona Ávila Núñez, PhD
Referencias:
Ariza Andraca, Raúl. (2016). La visión de género en medicina: el caso de las mujeres. Acta médica Grupo Ángeles, 14(4), 193-195. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-72032016000400193&lng=es&tlng=es.
Boletín de la ANMM. (2014). El hombre y la mujer enferman en forma diferente. Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM (México), 57(2), 53-56. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0026-17422014000200053&lng=es&tlng=es