La resistencia a los antibióticos, una amenaza de salud pública
Los antibióticos son medicamentos utilizados para prevenir y tratar las infecciones bacterianas en personas, animales y plantas, usados correctamente pueden salvar vidas pero hay un creciente problema de resistencia a estas substancias. Esta resistencia se produce cuando las bacterias mutan en respuesta al uso de estos fármacos produciéndose unas bacterias llamadas farmacorresistentes. Esto sucede por varias razones: nos recetamos nosotros mismos, se utilizan en exceso, no nos tomamos el tratamiento completo y/o no se respetan los horarios indicados. Además, existen algunos productos de limpieza como jabones antibacteriales y algunas pastas dentales que provocan resistencia.
Según la Organización Mundial de la Salud, una de las grandes amenazas a la salud humana, la salud animal y a la agricultura, es la resistencia a los antibióticos, puesto que cada vez es mayor el número de infecciones como la neumonía, la gonorrea, la candidiasis o la tuberculosis cuyo tratamiento se dificulta por la pérdida de la eficacia de estos fármacos. Obviamente son las bacterias las que se vuelven resistentes a los antibióticos y no los seres humanos, animales o plantas. Estas bacterias farmacorresistentes pueden causar infecciones que resultan más difíciles de tratar que las causadas por las no resistentes.
La resistencia a los antibióticos es un fenómeno natural; sin embargo, el uso indebido de estos fármacos está acelerando ese proceso de resistencia que puede afectar a cualquier persona, sea cual sea su edad, raza o el país en el que viva y que además tiene un impacto al hacer que se incrementen los costos médicos, que se prolonguen las estancias hospitalarias y que aumente la mortalidad.
El uso adecuado de las medicinas es responsabilidad de los sistemas de salud, los médicos y los pacientes. Es necesario que se cambie urgentemente la forma de prescribir y utilizar los antibióticos. Aunque se desarrollen nuevos medicamentos, si no se modifican los comportamientos actuales, la resistencia a los antibióticos seguirá representando una grave amenaza. Los cambios de comportamiento también deben incluir medidas destinadas a reducir la propagación de las infecciones, a través de la vacunación, el lavado de las manos, la seguridad de las relaciones sexuales y una buena higiene alimentaria.
En los países que carecen de directrices terapéuticas normalizadas, el personal sanitario y veterinario tiene tendencia a prescribir antibióticos, y la población general a consumirlos en exceso. Poder adquirirlos sin receta médica para uso humano o veterinario hará que la aparición y propagación de la farmacorresistencia empeore. Si no se toman medidas urgentes, el mundo está abocado a una era post-antibióticos en la que muchas infecciones comunes y lesiones menores volverán a ser potencialmente mortales.
Del 13 al 19 noviembre de 2017 se celebró la semana mundial de la concienciación sobre el uso de los antibióticos cuyo lema fue “Pida asesoramiento a un profesional sanitario cualificado antes de tomar antibióticos”. Si queremos contribuir a reducir la amenaza de la resistencia a los antibióticos, se debe ser responsable en el uso de este medicamento.
- Tome antibióticos únicamente cuando los prescriba un profesional sanitario certificado.
- Siga siempre las instrucciones de los profesionales sanitarios con respecto al uso de los antibióticos.
- No los use para virus como los del resfriado o la gripe, los antibióticos no funcionan en los virus.
- No guarde los antibióticos para más tarde (respete el horario en que debe tomarlos)
- No use la receta de otra persona.
- No utilice los antibióticos que le hayan sobrado a otros.
- Evite las infecciones, lavándose frecuentemente las manos, preparando los alimentos en condiciones higiénicas, evitando el contacto cercano con enfermos, adoptando medidas de protección en las relaciones sexuales y manteniendo las vacunaciones al día.
- Prepare los alimentos en condiciones higiénicas tomando como modelo las cinco claves para la inocuidad de los alimentos de la OMS (mantener la limpieza; separar alimentos crudos y cocinados; cocinar completamente; mantener los alimentos a temperaturas seguras; y usar agua y materias primas inocuas).
- Elija alimentos para cuya producción no se hayan utilizado antibióticos con el fin de estimular el crecimiento ni de prevenir enfermedades en animales sanos.
Ramona Ávila Núñez, Ph.D.
Referencias
- González Mendoza, Jorge, Maguiña Vargas, Ciro, & González Ponce, Flor de María. (2019). La resistencia a los antibióticos: un problema muy serio. Acta Médica Peruana, 36(2), 145-151. Recuperado en 21 de diciembre de 2020, de http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1728-59172019000200011&lng=es&tlng=es.
- Interagency Coordination Group on Antimicrobial Resistance. No podemos esperar: asegurar el futuro contra las infecciones farmacorresistentes Informe para el Secretario General de las Naciones Unidas. 2019. Disponible en: https://www.who.int/antimicrobial-resistance/interagency-coordination-group/IACG_final_report_ES.pdf?ua=1.