La menopausia: Una etapa en la vida de la mujer
La menopausia es una etapa en la vida de la mujer que se caracteriza por déficit estrogénico con signos y síntomas (climaterio): vasomotores (bochornos, sudoración, palpitaciones), urogenitales (sequedad, incontinencia, disuria, infecciones urinarias, disfunción sexual) y psicológicos (disforia climatérica). Este hipoestrogenismo también aumenta el riesgo de osteoporosis, enfermedades cardiovasculares, dislipidemias, alteraciones en el metabolismo de los azúcares y favorece la ganancia de peso y un mayor riesgo al cáncer de colon, mama y endometrio.
Con la edad disminuye el gasto energético y la actividad metabólica del tejido magro, así mismo la disminución progresiva de la actividad física produciendo un balance energético positivo con ganancia de peso. La edad y el hipoestrogenismo conllevan a un desbalance andrógenos/estrógenos que inducen cambios en la microbiota intestinal que llevan a una respuesta inflamatoria crónica y a un cambio en la distribución de la grasa con un predominio en la distribución abdominal con aumento de la visceral, pasando de la distribución ginecoide (pera) propia en la mujer a una androide (manzana) que facilita la insulinorresistencia independientemente del índice de masa corporal (IMC).
Los cambios de estilos de vida, la disminución de la ingesta calórica y los ejercicios mejoran la resistencia a la insulina, mejoran el peso y evitan pérdida de masa ósea. Se deben considerar la intensidad de los síntomas, los factores de riesgo, IMC, la circunferencia abdominal, para establecer la medida terapéutica más adecuada en el control del climaterio y la prevención de las enfermedades crónicas relacionadas y neoplasias.
La terapia de reemplazo hormonal estrogénica se debe ajustar a la menor dosis útil, vía de administración adecuada y período de ventana terapéutica (10 primeros años). Sus efectos adversos han conllevado a su baja adhesión, procurando el uso de otros fármacos según necesidades individuales. Los fitoestrógenos (estrógenos vegetales) son alternativas bien aceptadas, el uso de probióticos ha demostrado la corrección de la disbiosis intestinal y vaginal con mejoría de los síntomas, y potencia los efectos positivos de la terapia hormonal utilizada.