Astaxantina, un potente antioxidante marino presente en el aceite de Krill
Las investigaciones realizadas en plantas y animales marinos cada día nos sorprende más. Definitivamente, la naturaleza nos provee del alimento y de la medicina necesarios; solo tenemos que buscarlos en algún lugar del planeta.
La información de que peces y crustáceos como el Krill se caracterizan por su alto contenido de los llamados ácidos grasos poliinsaturados Omega-3 de cadena larga, como el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA) ha sido importante y no menos importante es el hecho de que existen algas y crustáceos que también son ricos en un antioxidante llamado Astaxantina.
Existe una creciente evidencia de que la Astaxantina tiene poderosas actividades antioxidantes, antiinflamatorias y previene la apoptosis (un tipo de muerte celular en la que una serie de etapas moleculares de una célula la lleva a su muerte). Por tanto, su consumo puede resultar en diversos beneficios para la salud, con potencial aplicación terapéutica.
El consumo de los primeros antioxidantes estaba relacionado con frutas y verduras, que son alimentos ricos en vitaminas y minerales, incluyendo betacaroteno, vitamina A, vitamina C, vitamina E y selenio, que tienen un potencial efecto antioxidante. Sin embargo, en la actualidad los productos provenientes de animales y plantas marinos, se han vuelto novedosos por sus propiedades antioxidantes, tal es el caso de la Astaxantina. Este carotenoide, perteneciente a la serie fitoquímica de los terpenos, es un pigmento que le da su color característico a algunas plantas y animales como los crustáceos. Se puede encontrar en microalgas, salmón, truchas, crustáceos como el Krill y en las plumas de algunas aves.
Los antioxidantes son sustancias que forman parte de los alimentos de consumo cotidiano que pueden prevenir los efectos adversos de especies reactivas sobre las funciones fisiológicas normales de los humanos; ellos ayudan a neutralizar el exceso de radicales libres durante la actividad oxidativa, propia del organismo. La producción de radicales libres, un evento natural, es regulado por diferentes rutas metabólicas, porque representan la primera línea de defensa de los seres vivos. Sin embargo, aunque son relevantes para mantener la salud, el desbalance entre antioxidantes endógenos y radicales libres (estrés oxidativo) se asocia con diferentes enfermedades o con el envejecimiento humano.
Un radical libre es una molécula, con un electrón desapareado, que se produce cada día en nuestro organismo como resultado de las reacciones biológicas que ocurren en las células. Son moléculas inestables por la pérdida de un electrón y muy reactivas que buscarán reemplazar ese electrón a como dé lugar. Los radicales libres causan envejecimiento, alteraciones en el ADN y enfermedades cardiovasculares, arterioesclerosis, diabetes, cáncer y aumentan niveles de colesterol malo. Los antioxidantes son distintos compuestos que atrapan o neutralizan radicales libres, cediéndoles un electrón, con lo cual los antioxidantes desactivan y neutralizan el proceso en cadena a través del cual se propaga el daño que los radicales libres producen. Podría ocurrir que la molécula del antioxidante se vuelva inestable al donar un electrón; sin embargo, la estructura de la Astaxantina posee muchos dobles enlaces conjugados y por lo tanto; tiene muchos electrones que puede donar sin volverse inestable. Esta característica la hace particularmente más potente que otros antioxidantes. Además, puede interactuar entre el agua y la grasa, lo que la hace más efectiva y puede cruzar la barrera hematoencefálica, donde ejerce una mayor protección sobre la salud neurológica.
Otra propiedad importante es que la Astaxantina no puede funcionar como prooxidante (moléculas que generan oxidación), cosa que podría ocurrir con otros antioxidantes cuando existen en mayor concentración. Esta es una de las razones por la que se recomienda consumir suplementos antioxidantes con moderación. La Astaxantina no funciona como prooxidante, incluso cuando se consume en grandes cantidades.
El deseo natural de todo ser humano es no enfermar y envejecer saludablemente, de allí el impacto entre los consumidores del denominado "mercado de la salud" que cada día se expande más en el mundo; este incluye los alimentos con antioxidantes considerados alimentos funcionales, los cuales se pueden describir como productos alimenticios (animal o vegetal) naturales o industrializados que forman parte de la dieta diaria que aportan nutrientes y además tienen otros componentes bioactivos; también pueden contener ingredientes adicionales tales como fibra, vitaminas, minerales o eliminar algún compuesto (grasas saturadas o azúcares) con el fin de hacerlos más nutritivos.
Los llamados suplementos también han inundado el mercado, estos nos aportan la cantidad necesaria de alguna sustancia deficiente en nuestro organismo. Hay que considerar que no siempre tenemos la oportunidad de ingerir, de manera natural, la cantidad suficiente de todos los nutrientes necesarios y esta es una manera de ayudar a mantenernos sanos y jóvenes.
Las múltiples propiedades de la Astaxantina han llevado a los investigadores a estudiar sus beneficios, dentro de los que destacan muchos que tienen que ver con la salud y el antienvejecimiento.
- Beneficia la salud de la piel, suaviza las arrugas, ayuda a aclarar las manchas típicas de la edad, y mantiene la humedad necesaria para una dermis saludable.
- Mejora la visión, ayuda a proteger de las enfermedades degenerativas propias de los ojos y actúa como un eficaz escudo contra los efectos de la luz solar, las cataratas y la degeneración macular.
- Promueve la estabilización del aparato cardiovascular y de la presión arterial. Sus beneficios también se trasladan al torrente sanguíneo, donde aumenta los niveles de colesterol HDL y disminuye a su vez los triglicéridos.
- Es un potente antiinflamatorio que ayuda con todos los problemas de salud relacionados con la inflamación, desde problemas en las articulaciones, la artritis reumatoide, hasta disminuye el riesgo de desarrollar el cáncer.
- Protege las neuronas y puede ayudar a ralentizar los efectos del deterioro cognitivo y la disminución de la función psicomotora relacionados con el envejecimiento.
- Ayuda a frenar la tormenta de citoquinas, la lesión pulmonar aguda, el síndrome respiratorio agudo y la sepsis, que son comunes en casos graves de COVID-19.
Un suplemento como el aceite de Krill se convierte en un producto muy beneficioso para la salud ya que la presencia de un antioxidante como la Astaxantina, los ácidos grasos Omega-3, fosfolípidos y colina, son todas sustancias necesarias para una mejor calidad de vida. Además, representa una alternativa para aquellos, que por alguna razón, no pueden ingerirlas de forma natural.
Ramona Ávila Núñez, Ph.D.
Referencias:
- Coronado H, Marta, Vega y León, Salvador, Gutiérrez T, Rey, Vázquez F, Marcela, & Radilla V, Claudia. (2015). Antioxidantes: perspectiva actual para la salud humana. Revista chilena de nutrición, 42(2), 206-212. https://dx.doi.org/10.4067/S0717-75182015000200014
- Tatas Hardo Panintingjati Brotosudarmo, Leenawaty Limantara , Edi Setiyono y Heriyanto. (2020) Estructuras de la astaxantina y sus consecuencias para la aplicación terapéutica. Revista Internacional de Ciencia de los Alimentos. https://doi.org/10.1155/2020/2156582
- Special Issue Astaxanthin: A Potential Therapeutic Agent. Marine Drugs (2020) 18(7), 341; https://doi.org/10.3390/md18070341